Este verano me dieron dos yugos que estaban en la granja de un familiar en Galicia. Estaban muy deteriorados y me propuse restaurarlos. Os pongo unas fotos de cómo estaban.
En primer lugar lo que hice fue cepillarles para quitarles el polvo acumulado, telarañas, etc. después envolverlos muy bien en plástico, ya que están atacados por la carcoma.
Ya en casa, los volvía limpiar más a conciencia y les apliqué un tratamiento anticarcomas
Una vez impregnados bien con el producto los envolví muy bien en bolsas de plástico para no dejar apenas aire.
Continuamos con la faena. Después de 12 días después de haberle dado la primera mano generosa de matacarcomas, desenvuelvo los yugos para aplicar una segunda mano. Más vale prevenir que curar…..
Ante todo, hay que trabajar con seguridad, ya que estamos manejando un producto tóxico. Imprescindibles guantes de plástico, mascarilla y gafas.
Una vez bien pertrechado, saco los yugos y le doy otra mano generosa del producto.
Como podéis ver en este detalle, la carcoma ha hecho un poquito de “pupa” a esta maravilla realizada en madera de fresno.
Este otro yugo está más castigado por los invasores y por el tiempo, cuando ya esté totalmente limpio, requerirá un trabajo más exhaustivo de restauración.
Una vez que aplico el producto sobre el primer yugo vuelvo a envolverlo, pero con rapidez para que e producto actúe dentro del plástico bien cerrado y sin aire, para acabar mejor con la plaga.
Con el segundo yugo actúo igual. Y así descansarán unos 10-12 días, donde daremos una tercera mano para luego actuar con una jeringuilla y aguja agujero por agujero………
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